Ruta por Marruecos: El valle del Drâa

En el sur de Marruecos, entre montañas áridas y cielos infinitos, se extiende un valle fértil que sorprende a cada paso:
el Valle del Draa
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Con más de 100 kilómetros de oasis continuo y miles de palmeras datileras, esta región no solo es una de las más hermosas del país, sino también una de las más auténticas.
Una ruta privada por Marruecos no está completa sin pasar, al menos, un día descubriendo este mágico rincón.
¿Dónde está el Valle del Draa, en Marruecos?
El Valle del Draa se encuentra entre las montañas del Anti-Atlas y el desierto de Erg Chebbi, el Sahara de Marruecos, al sur de Ouarzazate. Comienza en el pueblo de Agdz y se extiende hasta Zagora e incluso más allá, hacia M’hamid, la puerta al desierto de Erg Chigaga. A lo largo de su recorrido, el río Draa (a veces subterráneo) nutre miles de palmeras, campos de cultivo y pueblos de adobe que mantienen viva la historia de Marruecos más tradicional.
¿Cómo es un día completo en el Valle del Draa?
Un día en el Valle del Draa está lleno de contrastes, calma y paisajes de otro mundo. Aquí te mostramos cómo sería una jornada completa descubriendo este oasis.
Despertar en el paraíso: el comienzo del día
El día empieza temprano, con los primeros rayos del sol asomándose por detrás de las montañas. Si te hospedas en un riad tradicional en Agdz o en las inmediaciones de Tamnougalt, lo más probable es que despiertes con vistas a un mar de palmeras. El desayuno en estas zonas suele ser una delicia: pan casero horneado en horno de leña, aceite de oliva de la región, mermeladas artesanas, dátiles frescos y por supuesto, el té de menta caliente que no puede faltar en Marruecos.
Pasear por el jardín del riad, escuchar el canto de los pájaros y sentir la frescura del aire antes de que el calor del día se imponga, es una experiencia que transmite una paz difícil de igualar.
Explorando kasbahs y ksour: historia viva del sur de Marruecos
Después del desayuno, toca explorar. El Valle del Draa en Marruecos es conocido por albergar una enorme cantidad de kasbahs (fortalezas de adobe) y ksour (pueblos amurallados) construidos con barro, madera de palma y piedra.
Una visita imprescindible es la Kasbah de Tamnougalt, situada junto al río. Esta kasbah tiene más de 300 años y fue durante siglos uno de los centros políticos y económicos del valle. Hoy se puede recorrer con un guía local que te explicará cómo vivían las familias nobles, cómo se organizaban las comunidades y cómo era la vida entre estos muros rojizos.
El contraste entre el color de la kasbah, el palmeral verde esmeralda y el cielo azul intenso es una imagen que se queda grabada para siempre.
Viajar por carretera entre palmeras y pueblos bereberes
Recorrer la carretera que une Agdz con Zagora es una experiencia en sí misma. El paisaje va cambiando, pero el palmeral nunca desaparece. A medida que el río Draa serpentea por el valle, van apareciendo pueblos tradicionales como Tinzouline, Tamegroute o Tagounite.
Cada pueblo tiene su propio ritmo, su arquitectura tradicional y sus mercados. Parar en alguno de ellos es una excelente forma de vivir el Marruecos profundo, lejos de las rutas turísticas habituales.
La hora del almuerzo: sabores del sur marroquí
Al mediodía, el calor se intensifica y es el momento perfecto para hacer una pausa y disfrutar de la gastronomía local. En los alojamientos del valle o en pequeños restaurantes familiares, se sirven platos tradicionales como:
- Tajine de cordero con dátiles y almendras
- Cuscús de verduras
- Ensaladas frescas con hierbas del huerto
- Pan cocido en horno de barro
Todo está elaborado con productos locales: los dátiles del valle (especialmente el preciado dátil mejhoul), el aceite de oliva de los pueblos cercanos y las hortalizas cultivadas en los huertos que crecen bajo las palmeras.
Visita cultural: Tamegroute y su cerámica verde
Por la tarde, una de las paradas más interesantes es en Tamegroute, un pueblo conocido por dos elementos únicos:
- La biblioteca coránica, que alberga manuscritos del siglo XI, algunos escritos en piel de gacela y otros traídos desde lugares tan lejanos como La Meca o Tombuctú.
- Los talleres de cerámica verde, una tradición transmitida de generación en generación. Aquí se elabora a mano una cerámica única, de color verde esmeralda, cocida en hornos de leña y con formas tradicionales del sur de Marruecos.
Los artesanos abren sus puertas a los visitantes, explican el proceso y muestran cómo moldean cada pieza con técnicas que apenas han cambiado en siglos.
Paseo al atardecer por el palmeral del Valle del Draa: una conexión con la tierra
Cuando el sol comienza a caer, el valle se tiñe de dorado. Es el momento ideal para hacer un paseo por el palmeral del valle del Draa. Puedes hacerlo caminando, en bicicleta o incluso en burro si lo deseas.
Los caminos entre las palmeras atraviesan campos cultivados, acequias y pequeñas aldeas. Se respira una tranquilidad que difícilmente se encuentra en otras zonas de Marruecos. Los campesinos terminan su jornada, los niños juegan a la sombra y el cielo se va tornando rosa y anaranjado.
La noche en el valle: cena tradicional y cielos estrellados
Al regresar al alojamiento, espera una cena deliciosa al aire libre. Muchos riads del valle ofrecen cenas bajo las estrellas, con iluminación tenue, música tradicional bereber y un ambiente íntimo.
El cielo en el Valle del Draa es uno de los más limpios de Marruecos. En ausencia de contaminación lumínica, la Vía Láctea se observa a simple vista, y es un espectáculo que acompaña la sobremesa de forma mágica.
¿Por qué incluir el Valle del Draa en tu ruta por Marruecos?
El Valle del Draa es una joya del sur marroquí, una zona que conserva la autenticidad, la hospitalidad y el ritmo pausado de la vida bereber. A diferencia de otras rutas más turísticas, aquí todo ocurre de forma natural, sin artificios.
Desde Dromedario Volador te ofrecemos viajar en privado por Marruecos – Aventuras exclusivas sin compartir con extraños, que incluyen el Valle del Draa como parte esencial del recorrido.
Si quieres descubrir el verdadero Marruecos, este es uno de los lugares que no puede faltar en tu viaje.
¿Cómo llegar al Valle del Draa?
- Desde Ouarzazate, el trayecto hasta Agdz es de una hora en coche.
- Desde Marrakech, el viaje dura unas 5-6 horas atravesando el Alto Atlas.
- En nuestras rutas privadas por Marruecos, combinamos esta etapa con visitas a Aït Ben Haddou, el desierto de Erg Chebbi o Chigaga, o incluso con extensión hacia Fez o Essaouira.
En resumen…Contacta con la agencia local de Dromedario Volador
Pasar un día en el Valle del Draa es sumergirse en un Marruecos auténtico, donde la historia, la naturaleza y las tradiciones se entrelazan en cada rincón. Aquí no hay prisas, no hay multitudes ni ruido. Solo oasis infinitos, kasbahs silenciosas, gente amable y cielos que parecen de otro planeta.
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